There's nothing to say...

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Hay momentos en que las cosas se complican y, sobre todo, salen de control. Es frustrante cuando lo que sucede no depende de uno, cuando arreglar la situación no está en nuestras manos y lo único que se puede hacer es estar ahí, observar y estar listo para entrar en acción cuando la tercera llamada así lo indique...

Lo único que pido es que mi -de por sí frágil- estabilidad mental no se vea demasiado afectada, de tal manera que pueda seguir adelante.

Por ahora no hay más que pueda decir, y tampoco nada más que quiera decir.