Bitácora de la Capitana
Han sucedido varias cosas importantes desde la última vez que escribí algo en este lugar. Antes de comenzar a dejar letras tuve que limpiar de telarañas y polillas el editor de entradas.
La última vez que vine solo dejé algunas fotografías de uno de los mejores momentos de mi vida y una promesa de contar la historia de las mismas, cosa que jamás sucedió.
Desde ese momento he tenido varios, muchos, otros grandes y felices momentos en mi vida. La primer cosa notable a mencionar es que ya tengo treinta años. Comencé a escribir en este sitio cuando tenía 23, después de pasar por un par de sitios más que se perdieron en el espacio virtual. Mi día de cumpleaños número treinta ha sido el que menos he vivido como día de cumpleaños y, sin embargo, es y será uno de los mejores que haya tenido.
Habiendo superado el trámite de registrar el número 30 en esta actualización de datos merece la pena mencionar que estoy a unos cuantos días de cumplir mi primer año viviendo fuera de la casa de mis papás, y algo como cuatro meses de vivir sola y no compartir departamento. Ha sido una experiencia increíble, aunque no fácil todo el tiempo. Estoy aprendiendo a manejar mi vida económica y esa es la cosa que me parece más difícil de todo lo que implica ser adulta... Pero, como todo, es cosa de ensayo y error. Aún puedo darme el lujo de trabajar y vivir de la música sin ser una mujer músico así que me considero absolutamente afortunada por ello, sobre todo por el hecho de trabajar con mi banda favorita. Y precisamente por ese hecho es que este año pude viajar y vivir algunos conciertos en otros estados del país, sin mencionar que he estado presente en -creo- todos los shows que han ofrecido en relación al disco que lanzaron este año. Así es como pude estar en el backstage del Teatro de la Ciudad cuando presentaron Eclipse de Memoria, y también cuando hicieron lo mismo en el Teatro Diana de Guadalajara.
Y aunque inicialmente este texto no pretendía resumir el año que está por terminar, creo que es una buena oportunidad para dejarme un recordatorio de lo maravilloso y generoso que resultó ser el 2013 conmigo. Entre otras cosas, me trajo a algunas personas que me han dado y enseñado mucho. También me acercó a alguien con quien he compartido muy de cerca los seis últimos meses del año y con quien he experimentado sensaciones y momentos que pensé que no viviría alguna vez, e incluso otras que ni siquiera sabía que podía sentir. Tarja tuvo la culpa de ese afortunado encuentro, por cierto.
Me he sorprendido a mí misma por la capacidad que he adquirido para reaccionar bien ante las situaciones imprevistas o inevitables. He descubierto que sé ser feliz y sé cómo aceptar las cosas que llegan y las que no. Me río demasiado y con muchas ganas; lloro muy poco, no por incapacidad de hacerlo sino por falta de motivos. También me he dado cuenta de que soy incapaz de odiar o sentir rencor hacia alguien, aún cuando ese alguien decida afectarme directamente.
Sí, disfruto mi vida, disfruto lo que tengo y disfruto lo que hago. Lo agradezco y confío en ser capaz de continuar así todo el tiempo que quiera hacerlo.
Ah... Olvidaba contar que:
Este año acampé por primera vez en mi vida, y disfruté mucho la experiencia.
Estuve en el concierto Beauty&theBeat, de Tarja y Mike Terrana, y lo compartí con dos increíbles mujeres de mi vida.
Viajé a Guadalajara por segunda vez a un concierto de La Barranca, y regresé en el autobús con la banda.
Conocí Aguascalientes y pasé un hermoso fin de semana de la mano de otra mujer increíble.
Fui mucho al cine, al menos para mi estándar anual.
Me aventuré a la titánica tarea de la distribución del nuevo disco de Tarja entre fans mexicanos de todo el país, y organicé la pre escucha del disco en el Circo Volador.
Fui a muchos conciertos, incluso a un par a los que no hubiera pensado que iría alguna vez, y todos los disfruté al máximo.
Adopté a mi precioso Midgard, y recientemente a otro pequeño peludo que aún no decido cómo nombrar.
Y, finalmente... ¡estoy lista para lo que sigue!
G R A C I A S 2 0 1 3
BIENVENIDO 2014
La última vez que vine solo dejé algunas fotografías de uno de los mejores momentos de mi vida y una promesa de contar la historia de las mismas, cosa que jamás sucedió.
Desde ese momento he tenido varios, muchos, otros grandes y felices momentos en mi vida. La primer cosa notable a mencionar es que ya tengo treinta años. Comencé a escribir en este sitio cuando tenía 23, después de pasar por un par de sitios más que se perdieron en el espacio virtual. Mi día de cumpleaños número treinta ha sido el que menos he vivido como día de cumpleaños y, sin embargo, es y será uno de los mejores que haya tenido.
Habiendo superado el trámite de registrar el número 30 en esta actualización de datos merece la pena mencionar que estoy a unos cuantos días de cumplir mi primer año viviendo fuera de la casa de mis papás, y algo como cuatro meses de vivir sola y no compartir departamento. Ha sido una experiencia increíble, aunque no fácil todo el tiempo. Estoy aprendiendo a manejar mi vida económica y esa es la cosa que me parece más difícil de todo lo que implica ser adulta... Pero, como todo, es cosa de ensayo y error. Aún puedo darme el lujo de trabajar y vivir de la música sin ser una mujer músico así que me considero absolutamente afortunada por ello, sobre todo por el hecho de trabajar con mi banda favorita. Y precisamente por ese hecho es que este año pude viajar y vivir algunos conciertos en otros estados del país, sin mencionar que he estado presente en -creo- todos los shows que han ofrecido en relación al disco que lanzaron este año. Así es como pude estar en el backstage del Teatro de la Ciudad cuando presentaron Eclipse de Memoria, y también cuando hicieron lo mismo en el Teatro Diana de Guadalajara.
Y aunque inicialmente este texto no pretendía resumir el año que está por terminar, creo que es una buena oportunidad para dejarme un recordatorio de lo maravilloso y generoso que resultó ser el 2013 conmigo. Entre otras cosas, me trajo a algunas personas que me han dado y enseñado mucho. También me acercó a alguien con quien he compartido muy de cerca los seis últimos meses del año y con quien he experimentado sensaciones y momentos que pensé que no viviría alguna vez, e incluso otras que ni siquiera sabía que podía sentir. Tarja tuvo la culpa de ese afortunado encuentro, por cierto.
Me he sorprendido a mí misma por la capacidad que he adquirido para reaccionar bien ante las situaciones imprevistas o inevitables. He descubierto que sé ser feliz y sé cómo aceptar las cosas que llegan y las que no. Me río demasiado y con muchas ganas; lloro muy poco, no por incapacidad de hacerlo sino por falta de motivos. También me he dado cuenta de que soy incapaz de odiar o sentir rencor hacia alguien, aún cuando ese alguien decida afectarme directamente.
Sí, disfruto mi vida, disfruto lo que tengo y disfruto lo que hago. Lo agradezco y confío en ser capaz de continuar así todo el tiempo que quiera hacerlo.
Ah... Olvidaba contar que:
Este año acampé por primera vez en mi vida, y disfruté mucho la experiencia.
Estuve en el concierto Beauty&theBeat, de Tarja y Mike Terrana, y lo compartí con dos increíbles mujeres de mi vida.
Viajé a Guadalajara por segunda vez a un concierto de La Barranca, y regresé en el autobús con la banda.
Conocí Aguascalientes y pasé un hermoso fin de semana de la mano de otra mujer increíble.
Fui mucho al cine, al menos para mi estándar anual.
Me aventuré a la titánica tarea de la distribución del nuevo disco de Tarja entre fans mexicanos de todo el país, y organicé la pre escucha del disco en el Circo Volador.
Fui a muchos conciertos, incluso a un par a los que no hubiera pensado que iría alguna vez, y todos los disfruté al máximo.
Adopté a mi precioso Midgard, y recientemente a otro pequeño peludo que aún no decido cómo nombrar.
Y, finalmente... ¡estoy lista para lo que sigue!
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BIENVENIDO 2014
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