De historias y sus finales


Creo que, después de todo, sigo queriendo finales felices para las historias. Para todas. También para la mía.

Hoy, después de años de quererlo sin hacerlo, por fin vi "Los Amantes del Círculo Polar". La amé completa. Hay tanto de mí en esa pelicula que casi sentía que ya la había ¿vivido?. Sí, tal vez. 

Soy alguien que imagina muchas historias, antes las escribía  -a veces- pero ahora ya no suelo hacerlo, sin embargo el hecho de no escribirlas no significa que no las imagine. Creo que he vivido más en mi imaginación que en mi realidad. La historia de ésta película me recordó a una de esas que yo me inventé. Y por si eso fuera poco hay una escena que captura una visión que he tenido desde hace unos tres o cuatro años. Y tengo que describirla.

Estoy sentada a la orilla de un lago. unas veces hay alguien junto a mí y otras estoy sola. No hay nada alrededor salvo el bosque y una pequeña cabaña detrás de mí. Sólo escucho el viento y el suave movimiento del agua. Me gusta cómo se siente estar ahí. Es de noche pero hay luz. Paso las horas de la madrugada ahí, sentada, quieta, mirando hacia el horizonte que el sol recorre de un lado a otro sin ocultarse. Luego, nada.
Esa es mi visión, y es tan significativa e importante. Es ni más ni menos la que decora éste lugar y se muestra sobre éstas líneas. Esa es la visión que una escena de la película me regaló. Fue impactante cuando me pude ver siendo Ana, o mejor dicho cuando Ana no era Ana sino era yo. Y en realidad soy mucho como Ana. Podría contar mi vida en casualidades. Además creo en ellas, y como Ana me he dado cuenta que están hechas para que una te lleve a la siguiente aunque eso lo descubras hasta que volteas la vista atrás.

E igual que Ana vivo esperando que llegue. ¿Qué? No sé, pero que llegue. Sólo deseo que cuando llegue no sea sólo para verse reflejado en mis ojos.

Quiero estar allá, en el Círculo Polar Ártico. Lo he querido desde hace años, y no desisitiré: mis ojos verán el Sol de Medianoche.

Voy a quedarme ahí todo el tiempo que haga falta. Estoy esperando la casualidad de mi vida, la más grande. Y eso que las he tenido de muchas clases.

Porque al final, el final sí importa.


Comentarios

Anónimo dijo…
Cabmbia de Color.
Anónimo dijo…
Asì es querida amiga, asì como tù, yo tambièn soy una Ana y me encanta y apasiona tanto esa pelìcula que se convirtiò en una de mis favoritas desde hace años cuando me la encontrè "por casualidad"... algùn dìa yo tambièn estarè en el cìrculo polar àrtico y verè el sol de media noche... Un abrazo infinito! Grace.

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