El que a dos amos sirve...

Con uno queda mal, y el que sirve a más con todos mal quedará...

Pues eso, he descuidado mucho el blog, lo sé. Tampoco es que antes escribiera religiosamente pero al menos me daba tiempo para entrar y dejar alguna cosita, sin embargo de un par de semanas para acá si he entrado a leer comentarios tres veces han sido muchas. ¿La razón? Ni más ni menos que la que reza el dicho con el que inicia éste post. Como ya he comentado, actualmente colaboro voluntariamente en dos webs, en donde me encargo en mayor o menor medida de asuntos relacionados con el diseño. Además están las obligaciones que implica administrar y mantener funcionando un negocio. Sí, sé que de las webs donde colaboro no obtengo remuneración económica pero sí una enorme, ENOOORME satisfacción al ver que mi trabajo gusta y que lo disfruta la gente. Además ahí tengo oportunidad de experimentar con las cosas que voy aprendiendo y que en el trabajo no hay chance de meter, así pues, para mi vale más sentirme útil y superar los retos que yo misma me impogo que ganar unos pesos haciendo algo que no me apasionara. Ya bien lo dijo Guffo en algún post:

"Dichosos los que se mueren de hambre haciendo lo que disfrutan. Piensa que quienes tienen vidas convencionales, responsabilidades y obligaciones no pueden darse ese lujo. Posiblemente mueras de hambre dedicándote a tu vocación. Tal vez no. Pero a quien menos debe importarle eso es a ti."

Por eso me encanta leerlo, porque mis ideas acerca la concepción del mundo y del ser humano se parecen un chingo a las suyas. Ya antes lo había citado en cuanto al tema de no tener hijos por decisión propia, asunto en el que total y abosultamente concuerdo.

Todo ésto viene al caso porque un día cualquiera de la semana pasada iba yo saliendo de la HH unidad habitacional donde vivo y justo al abrir el portón me topé con Kity. Kity, o Cristina, es una chica con la que estudié el sexto año de primaria, el primero que cursé en educación pública -de gobierno pues- porque mis apás se quedaron sin el suficiente varo para seguirme pagando una escuela bien. Yo era una niña nice acostumbrada a grupos de 10 niños y profes que le echaban harta crema a sus tacos a la hora de enseñar, tanto que en quinto de primaria a mi me estaban enseñando ya ecuaciones y cosas que volví a ver hasta 2o de secundaria. Fue difícil acoplarme a semejante cambio de ambiente, de gente, de actitud de los maestros, de todo pues. Obviamente no conocia a nadie y los primeros días fueron harto difíciles. Entonces tenía yo diez años porque me adelantaron un grado en la 1er escuela privada donde estuve. Eso fue un shock también, imaginense a una enana de 10 años entre weyes de once a quince años. Era la más morrita del salón y creo que por eso hubo un grupo de niñas que se compadecieron de mi cara de susto y desde la primer semana me acogieron, una de ellas fue Kity. Siempre me cayó muy bien y además la admiraba porque era muy bonita, morena, tenía rasgos muy finos y todos los niños querían ser sus novios. Me hice muy amiga de ella, además de otras chicas, pero siempre tuve admiración por Kity, esperaba llegar a ser así algún día. A los once años no sueles tener muy claro a dónde quieres llegar, pero ella decía que se casaría y tendría muchos hijitos, ése era su sueño. Total que terminamos el año y por ende también la primaria, quizá en otro post cuente tantas cosas que viví en ese inter, pero ahora no vienen al caso. En fin, cuando abrí la puerta y la vi de principio no la ubiqué, sólo sabía que era alguien que conocía. Hacía muchos años que no la veía, pero luego de buscar en la memoria apareció su nombre, y sin pensarlo casi casi le grité "Kity!!! holaaa!!!" y ella medio sacada de onda volteó a verme. De inmediato me di cuenta de que no era nada de la niña que dejé de ver pues ahora se ve como una señora bastante acabada y por su expresión pude notar que no le daba mucho gusto encontrarme. Me saludó por obligación y también creo que por mera "educación" me respondió a las típicas preguntas de "qué ha sido de ti a qué te dedicas..." Así supe que se casó a los 16 porque se embarazó, que estudió hasta la secundaria porque el marido no quería que saliera de su casa y que ahora vive en Neza, pero estaba de visita con su mamá que sigue viviendo ahí. En cuanto pudo se zafó sin importarle mucho lo que yo le contaba, y me dejó pensando en que ser la bonita y la popular de nada le valió porque ahora se ve como una señora fodonga de 50 años y tiene toda la apariencia de una mujer frustrada.

Todo el camino al trabajo venía pensando en eso y caí en cuenta de que la mayoría de las chicas a las que de cierto modo admiré/envidié de niña o adolescente ahora no tienen la vida que deseaban, sino son mamás porque los niños llegaron y trabajan por mera obligación en algo que ni les gusta ni les da los ingresos que justifiquen el desgastarse así. La verdad sonreí al mirar que, si bien no soy ni tengo todo lo que había soñado, sí estoy satisfecha con la mujer en que me he convertido, con las capacidades y el trabajo que hago y con todas esas otras actividades que soy libre de hacer cuando se me da la gana porque no tengo más obligación que cumplir conmigo misma. Sé que para muchísimas mujeres la maternidad es la mayor realización y también sé el esfuerzo y la dedicación que implica el darle la vida -literal y metafóricamente- a un hijo y ante ellas me quito el sombrero, pero ese no es mi camino, no voy para allá, yo prefiero no tener una vida convencional y morirme de hambre haciendo lo que me apasiona por el simple gusto de hacerlo, ésa es mi manera de dar y darme vida...

Salud!!

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Cambiando drásticamente de tema, el sábado pasado fue la primer reunión de Winter Storm México. La cita fue en el Palacio de Bellas Artes, sin embargo solamente cuatro personas acudimos. Aunque la reunión del club en sí fue un fracaso al menos me sirvió de pretexto para escaparme y pasear con Skantor toda la tarde; además conocí a Beeetxooo y a Aaron. Ahora se está planeando volver a hacerla pero con más quorum y formalidad de parte de todos, ojalá que se haga porque éste proyecto promete.