De Tocho Morocho
Estoy queriendo escribir desde el viernes pero por una u otra cosa no se me hacía. Haciendo un breve recuento los días han ido así más o menos:
El Jueves por la noche la cena estuvo deliciosa. Lucy fue de visita y llevó una de las suculencias salidas de sus manitas, así que la cena consistió en vino blanco y lasagna. Además me regaló un par de aretes preciosos! Es un amor esa niña ^^
El viernes el trabajo estuvo de flojera, pero aproveché para arreglar algunos asuntillos que tenía pendientes, además de trabajar en la actualización de DjsFactory para ésta semana. Esperaba que me dieran vacaciones ahí pero resulta que todavía hay una edición más éste año. Ese mismo día me reencontré con Alex y estuve platicando muy agradablemente con él. Por la noche llegué a casa esperando que dieran las diez de la noche para ver los dos capítulos -repetidos- de Dr. House. Poquito después de que empezara el primero llegó mi hermano, y se sentó conmigo a ver la TV. Luego me ofreció un trocito de galleta que tenía apariencia extraña pero que a fin de cuentas acepté, y después de que me la había comido el joven me dijo los ingredientes de la poco ordinaria galleta: cannabis y chocolate. Nunca había probado la mari, y bueno, la verdad es que con tan poquita practicamente no tuve efectos más que mucha relajación y un sueño delicioso. La neta ganas sí me dan de conseguir otra de esas galletitas pero mejor así que quede la cosa, no sea que después necesite unas diez diarias xD
El sábado, después de haber descansado deliciosamente, fue día de hacer limpieza y mantenimiento aquí en el changarro por lo que no hubo servicio. Mi hermano me ayudó, fue un día de friega, de mover todo, limpiar todo, arrastrarme para acomodar cables y tal, el caso es que terminamos a eso de las siete treinta de la noche y llegamos exhaustos y empolvados a casa. Había quedado con él de ver El Retorno Del Rey desde hacía dos semanas, así lo hicimos mientras comíamos-cenábamos y yo le contaba que me sentía cansada pero muy tranquila y feliz, y no, no eran los efectos de la mari eh, la causa de mi tranquilidad fue el hecho de haber puesto orden en mi lugar de trabajo, y es que como ya lo he comentado antes, al poner orden en lo que me rodea siento que también hay orden dentro de mi.
Ayer domingo fue mi día de descanso, así que desayunamos en familia -menos mi tía que se fue de visita con mi tío allá por el rumbo de Toluca- y después de eso mi mamá se fue a trabajar y a mi hermano le tocó cubrirme aquí. Mi papá tenía que ver asuntos de no sé que cosa, así que me quedé sola en casa desde la una de la tarde. Me pasé medio día en pijama arreglando la casa y viendo TV acompañada solamente de mis niñas y niños gatos y mis niñas canes. Comí sola y al terminar se me antojó un cigarro, pero como dentro de la casa no se puede fumar porque mi amá es asmática salí al jardín. La tarde estaba clara, el sol ya se había ido y el aire olía a hierbas, había silencio, de vez en cuando el viento fresco traía gritos y risas de alguna fiesta cercana. Me senté en un escalón con el cigarro en la mano, la mirada en el cielo gris y me sentí plena, libre, en paz. Mi mente ya no estaba rumiando las mismas ideas kamikazes que no me dejaban en paz unos meses antes, mi alma se sintió tranquila dentro de mi, todo mi ser cayó en cuenta de que ya no soy la niña que tantos temores tenía aún al comenzar éste año. Me sentí yo otra vez, y sonreí agradecida a los Dioses por tan maravilloso obsequio en éste fin de año. Las nubes, el viento, los árboles y el humo de mi cigarro fueron testigos de cuán feliz me sentí al comprender que la plenitud es nada más que disfrutar el instante.
Hoy quiero seguir con ésa sensación en mí, y deseo que cada día tenga al menos un momento como aquél, en que pueda sentirme dueña de mi.
El Jueves por la noche la cena estuvo deliciosa. Lucy fue de visita y llevó una de las suculencias salidas de sus manitas, así que la cena consistió en vino blanco y lasagna. Además me regaló un par de aretes preciosos! Es un amor esa niña ^^
El viernes el trabajo estuvo de flojera, pero aproveché para arreglar algunos asuntillos que tenía pendientes, además de trabajar en la actualización de DjsFactory para ésta semana. Esperaba que me dieran vacaciones ahí pero resulta que todavía hay una edición más éste año. Ese mismo día me reencontré con Alex y estuve platicando muy agradablemente con él. Por la noche llegué a casa esperando que dieran las diez de la noche para ver los dos capítulos -repetidos- de Dr. House. Poquito después de que empezara el primero llegó mi hermano, y se sentó conmigo a ver la TV. Luego me ofreció un trocito de galleta que tenía apariencia extraña pero que a fin de cuentas acepté, y después de que me la había comido el joven me dijo los ingredientes de la poco ordinaria galleta: cannabis y chocolate. Nunca había probado la mari, y bueno, la verdad es que con tan poquita practicamente no tuve efectos más que mucha relajación y un sueño delicioso. La neta ganas sí me dan de conseguir otra de esas galletitas pero mejor así que quede la cosa, no sea que después necesite unas diez diarias xD
El sábado, después de haber descansado deliciosamente, fue día de hacer limpieza y mantenimiento aquí en el changarro por lo que no hubo servicio. Mi hermano me ayudó, fue un día de friega, de mover todo, limpiar todo, arrastrarme para acomodar cables y tal, el caso es que terminamos a eso de las siete treinta de la noche y llegamos exhaustos y empolvados a casa. Había quedado con él de ver El Retorno Del Rey desde hacía dos semanas, así lo hicimos mientras comíamos-cenábamos y yo le contaba que me sentía cansada pero muy tranquila y feliz, y no, no eran los efectos de la mari eh, la causa de mi tranquilidad fue el hecho de haber puesto orden en mi lugar de trabajo, y es que como ya lo he comentado antes, al poner orden en lo que me rodea siento que también hay orden dentro de mi.
Ayer domingo fue mi día de descanso, así que desayunamos en familia -menos mi tía que se fue de visita con mi tío allá por el rumbo de Toluca- y después de eso mi mamá se fue a trabajar y a mi hermano le tocó cubrirme aquí. Mi papá tenía que ver asuntos de no sé que cosa, así que me quedé sola en casa desde la una de la tarde. Me pasé medio día en pijama arreglando la casa y viendo TV acompañada solamente de mis niñas y niños gatos y mis niñas canes. Comí sola y al terminar se me antojó un cigarro, pero como dentro de la casa no se puede fumar porque mi amá es asmática salí al jardín. La tarde estaba clara, el sol ya se había ido y el aire olía a hierbas, había silencio, de vez en cuando el viento fresco traía gritos y risas de alguna fiesta cercana. Me senté en un escalón con el cigarro en la mano, la mirada en el cielo gris y me sentí plena, libre, en paz. Mi mente ya no estaba rumiando las mismas ideas kamikazes que no me dejaban en paz unos meses antes, mi alma se sintió tranquila dentro de mi, todo mi ser cayó en cuenta de que ya no soy la niña que tantos temores tenía aún al comenzar éste año. Me sentí yo otra vez, y sonreí agradecida a los Dioses por tan maravilloso obsequio en éste fin de año. Las nubes, el viento, los árboles y el humo de mi cigarro fueron testigos de cuán feliz me sentí al comprender que la plenitud es nada más que disfrutar el instante.
Hoy quiero seguir con ésa sensación en mí, y deseo que cada día tenga al menos un momento como aquél, en que pueda sentirme dueña de mi.
Comentarios
Besos y abrazos.