Tristeza y Ausencias

Hoy desperté con la triste noticia de la muerte de Anabel Ochoa. Mi mamá fue quien me dijo con lágrimas en los ojos...

- ¿sabes quién murió hija?
- ¿quién? o.o
- Anabel!!! murió anoche...
- no, no es cierto...
- ...
- ¿por qué la gente buena es la que se va pronto ma'?


Anabel fue una mujer llena de energía positiva. Sin duda la mujer con más ovarios que conocí en toda mi vida; me gustaba escucharla en su programa de radio y no me perdía las cápsulas donde aparecía en TV, así llegara tarde al trabajo. Me encanta la forma en que decía las cosas, sin tapujos, directas, y siempre con un toque de humor que te hacía hasta reirte de ti mism@. Nunca me di la oportunidad de verla en Los Monólogos de la Vagina y ahora me doy la arrepentida de mi vida... Tampoco me atreví a llamarla por teléfono al programa para contarle tantas cosas, y contárselas con la confianza que le tienes a alguien que conoces de hace años, y no me atreví porque sabía que habría muchisima gente escuchándome pero ahora me doy cuenta de que eso hubiera sido lo de menos comparado con lo que ella me habría dicho.

Hace un rato entré al chat de la 1260 am y me quedé sorprendida de la cantidad de personas que opinan lo mismo acerca de Anabel, de la cantidad de personas agradecidas con ella, de el amor que miles de personas le tenemos y también del dolor y la ausencia que nos embarga hoy a todos. Sí, he estado llorando por su ausencia, porque ya no estará acompañando mis tardes al sintonizar el radio con el Winamp, ya no habrá la ilusión y las ganas de escuchar su buen humor que se contagiaba apenas escuchar su voz...

"aquí hablamos sin miedo a las palabras porque el silencio nos está matando... no estás sola, no estás solo..."

Ahora mismo estoy escuchando la radio en una repetición y me parece increible que no sea ella la que me hace sonreir y la que a cada minuto me enseña algo nuevo...

Anoche se fue, anoche dejó su cuerpo que tanto disfrutó y que tanto ocupó en enseñarnos a nosotros a disfrutar del propio; anoche un derrame cerebral nos quitó a una mujerona como pocas...

Anabel, nos veremos algún día en el Valhalla...