Hoy no hay título
Quienes me conocen saben que he decidido no tener hijos, y no porque mi infancia haya sido infeliz o haya padecido maltratos y carencias, por el contrario fui una niña consentida y hasta sobreprotegida. Mi decisión se basa en el temor de no ser una buena madre y, principalmente, en que no estoy dispuesta a todos los sacrificios que implica la maternidad. El otro día leyendo a Guffo me encontré con un post en el que expresa muchas de las ideas que tengo yo al respecto y bueno, siempre me parece interesante encontrar más y más gente con la que coincido en tantas cosas.
En fin, lo anterior viene al caso porque hace poco me enteré que voy a ser tía. Sí, mi prima -hija de mi tío, hermano de mi amá, que vive en León Guanajuato- está embarazada. Tiene dieciocho años, pero ella, sus hermanos, mi hermano y yo crecimos rodeados de comodidades que nos fueron dadas sin mover un dedo, por lo que ni por asomo tenemos una caraja idea de la responsabilidad que es traer un chamaco al mundo. Ella aún está estudiando, sus apás le pagan una carrera de turismo o algo así que según sí va a terminar aunque vaya a la escuela con la panza. El papá de la niña -porque ya supo y me contó que es niña- se hizo güey después de 3 años de noviazgo con ella y le dijo que "no está preparado para ser padre"... Sí, aunque suene trillado, ¡¡eso se piensa antes de!! El caso es que los dos primeros meses de embarazo mi prima se tiró a la depresión y se estaba dejando morir, no quería decirle a mis tíos porque son una onda como Ned Flanders pero católicos. A fin de cuentas les dijo y quien lo tomó peor fue mi tía, pero parece que ya lo está asimilando. Según mi prima ahora que ya se asume como madre está feliz y tiene todas las ganas del mundo para luchar sola por su hijo. Está en el cuarto mes y se pasará todo diciembre con una panza de nueve meses sin poder irse de antro como acostumbraba pero bueno... ya está la chamaca ahí y la familia de acá quiere viajar en enero a conocer a la nueva integrante de los Fernández aunque lo más probable es que yo no vaya, total, a mi ni me gustan los niños...
En fin, lo anterior viene al caso porque hace poco me enteré que voy a ser tía. Sí, mi prima -hija de mi tío, hermano de mi amá, que vive en León Guanajuato- está embarazada. Tiene dieciocho años, pero ella, sus hermanos, mi hermano y yo crecimos rodeados de comodidades que nos fueron dadas sin mover un dedo, por lo que ni por asomo tenemos una caraja idea de la responsabilidad que es traer un chamaco al mundo. Ella aún está estudiando, sus apás le pagan una carrera de turismo o algo así que según sí va a terminar aunque vaya a la escuela con la panza. El papá de la niña -porque ya supo y me contó que es niña- se hizo güey después de 3 años de noviazgo con ella y le dijo que "no está preparado para ser padre"... Sí, aunque suene trillado, ¡¡eso se piensa antes de!! El caso es que los dos primeros meses de embarazo mi prima se tiró a la depresión y se estaba dejando morir, no quería decirle a mis tíos porque son una onda como Ned Flanders pero católicos. A fin de cuentas les dijo y quien lo tomó peor fue mi tía, pero parece que ya lo está asimilando. Según mi prima ahora que ya se asume como madre está feliz y tiene todas las ganas del mundo para luchar sola por su hijo. Está en el cuarto mes y se pasará todo diciembre con una panza de nueve meses sin poder irse de antro como acostumbraba pero bueno... ya está la chamaca ahí y la familia de acá quiere viajar en enero a conocer a la nueva integrante de los Fernández aunque lo más probable es que yo no vaya, total, a mi ni me gustan los niños...
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