De Cuartetos y Tríos -como estos- Ha De Estar Hecho el Paraíso

Ayer Fernando Rivera Calderón escribió en "La Crónica de Hoy" su columna que tituló Música Dominical y entre otras cosas interesantes, contó los siguiente:

"...debo recomendarles ampliamente el concierto que se celebrará esta tarde-noche (7:30 p.m.) en el Teatro Metropólitan, dentro del ciclo Contemporánea , donde los amantes de la buena música, más allá de las categorías, podrán escuchar en una misma jornada al mítico maestro Adrian Belew con su banda y al ensamble que construyó Alonso Arreola para escenificar su proyecto Laba, en el que coexisten en armonía y disonancia los guitarristas Alex Otaola (el mismo de Fractales) y Gerry Rosado, así como el baterista Chema Arreola. Adrian Belew, en solitario o como parte de ese monstruo sonoro llamado King Crimson es un guitarrista, compositor y productor que igual llega con su música a los terrenos más espinosos de la experimentación que a las más dulces armonías posbeatlescas. Un poeta eléctrico y electrizante que será recibido en México con honores por nuestros Niños Héroes del Rock, encabezados por Alonso Arreola, músico total, quien sin duda ha refrescado la atmósfera con su música, tan diversa y mágica como la obra de su entrañable abuelo Juan José."

Después de leído eso, ¿cómo carajos puedo describir con simples letras todas las sensaciones que experimenté ayer por la noche mientras escuchaba a esos tremendos músicos? De cualquier manera haré el intento...

La tarde me cayó encima con algunas complicaciones para acordar la hora y el punto de reunión con Edgar; solucionado eso y justo cuando ya tengo que salir de la oficina para llegar medianamente a tiempo al Metropolitan, cae una buena tormenta que por fortuna no dura demasiado. Salgo rogando a todos los dioses que no me llueva otra vez de camino por que en ese caso el tráfico estará imposible (tengo que recorrer media avenida López Portillo, parte de la autopista México Pachuca y todavía un tramo de la línea 3 del metro). De principio se facilitan las cosas y el transporte se va rapidísimo. Llego a Indios Verdes y de nuevo llueve, a correr para entrar al metro y una carrera más para meterme al primer vagón que esté a mi alcance; son ya las 7:15 y se suponía que a estas horas debería estar en Hidalgo; 7:30 y por fin tengo mi boleto en las manos, otra vez a correr para llegar al teatro. Afuera del metro Juárez llueve aún, una carrerita más y estaré dentro; ya en la fila que creí era para la entrada me encontré a Prometeo y a L i l i t h justo enfrente de mí, nos saludamos y entramos juntos pero los pierdo de vista en el momento que nos guían a nuestros respectivos lugares. 7:40 y finalmente me dejo caer en el asiento, que originalmente era de la sección C (en la parte de arriba) pero como no se vendieron todos los lugares nos acomodan en la parte de abajo, qué más puedo pedir si ya estoy aquí y han mejorado bastante mi sitio!!

Las luces se apagan, intento ver la hora para anotarla en mi bitácora portátil y me doy cuenta de que el celular se quedó sin batería, pienso que es una señal para que me olvide del tiempo y el orden de las canciones, nada de escribir detalles para relatarlos después, me dedicaré únicamente a sentir, a disfrutar el banquetazo musical que se aproxima... En el escenario sólo se observan al fondo unos cuantos Marshall, una batería que destella preciosa con las luces, las guitarras, tres sillas y una mesa cuadrada cubierta de un mantel amarillo del lado izquierdo, una mesita pequeña y el bajo al centro. El presentador que ha aparecido nos agradece la asistencia y da la bienvenida a todos los miembros de Contemporánea, una comunidad que cada día crece más. Yo perfectamente cómoda ya en mi asiento de la sección A y justo al centro, sólo espero.
"Quiero presentar uno por uno cuatro de los músicos que nos acompañan esta noche: Gerry Rosado, Alex Otaola, Chema y Alonso Arreola" los tres primeros entran a escena y toman lugar al rededor de la mesa mientras Al toma su bajo y se prepara para iniciar en solitario, todos de negro y naranja como aquél día del Ruta 61. A partir de ahí el mundo se quedó sin orden, ni siquiera tengo noción de mi, no recuerdo la sensación de mis pies sobre el piso o el ritmo de mi respiración, sólo sé que estoy llenándome de música, de su música que es una especie de sustancia alucinógena y pegajosa que se impregna en el cerebro. Sé también que he escuchado en algún momento La luz usa zapatos blancos llena de esos artilugios que se le ha ocurrido a Alonso utilizar; ya escuché La Tumba de Philidor y han presentado al primer invitado de la noche: Daniel Zlotnik (Sax, Los Dorados) que nos regala en conjunto con el cuarteto maravilla una extraordinaria versión de La Barba del Loco. Tocan en el Cuarto de Azotea los arreglos que no pude escuchar en el Pasagüero; Al anuncia una canción "muy personal que trata de los demonios del insomnio" y que justamente se llama Talando Insomnio; luego cuenta una breve historia acerca de dos personajes, uno de los cuales fue el causante de que Clarasolelpino exista.
Quizá han tocado más pero no todo está claro en mi mente, no logro recordar todos los nombres, sobre todo cuando el segundo invitado entra en escena al grito de "El maestro Jaime López!!!" mientras yo trato de recordar cuántas veces lo he visto tocar y/o cantar en vivo y de esas veces, cúantas no me ha sorprendido, la respuesta es obvia. Ya sé que va a hacer lo suyo con Zizou y me dispongo a disfrutar semejante derroche de talento; me doy cuenta de que es el final cuando el Caballero de los Leones avanza discretamente al principio, luego con toda su majestuosidad mientras me regocijo como cada que escucho mi pieza favorita del Música Horizontal, sin embargo, la magia del 'LabAlonso Ensamble' se ha terminado por esta noche... todos dejan sus instrumentos y agradecen al público, se retiran y me quedo inmóvil observando como muchos se levantan de sus lugares para salir al hall, quizá a fumar o por un café; minutos después los imito y sólo voy en busca de algo para beber y regresar lista para el segundo acto.

Adrian Belew es anunciado sin más "desde las mismísimas entrañas del Rey Carmesí" y llega al escenario acompañado por los hermanos Slick a quienes luego nos presentaría como Julie, bajista de 21 años y Eric, baterista de 20. No logro distinguir entre títulos de canciones (acúsome de no tener la discografía completa ni haberme preocupado antes por conocer este proyecto a fondo) pero me doy cuenta del tremendo poder que tienen esos tres seres que llenan el escenario, su música es enteramente hipnotizante, un tremendo viaje!! Quedo boquiabierta e inmóvil y comprendo por qué Adrian es quien es y que todos los adjetivos que he escuchado y leido acerca de él son ciertos y hasta se quedan cortos. Sencillamente me pierdo en el torbellino sonoro que regala a la audiencia, tanto acompañado por Julie y Eric, como cuando se queda sólo con su guitarra naranja. De repente alguien me regresa a la realidad, a la noción del tiempo y pienso que por mucho que lo lamente debo irme antes de que termine su presentación, esta vez no llevo guardaespaldas y por ser domingo me será más difícil encontrar transporte de regreso. Una última mirada antes de salir al frío de la noche, con el cuerpo y el alma repletos de excelente música. Afuera ya no llueve, se escuchan todavía los acordes de guitarra de Mr. Belew hasta que doblo la esquina para entrar al metro, donde todo es como siempre, la estampa de cualquier otro día, los mismos ambulantes con sus puestos de discos donde lo que se escucha es 'reggaeton' y esas gentes que no conozco y que no tienen ni idea de lo que acabo de vivir...

No sé a qué hora llego a casa, ni me importa, lo único que quiero es quedarme quieta y en silencio para seguir disfrutando de esos sonidos que aún vibran en mi cabeza.

Nota: Las fotos no son del concierto de ayer, sin embargo el contexto era idéntico así que ilustran perfectamente el evento.

"Lo Mejor que puede pasar cuando a un genio se le ocurre una loca idea, es que existan otros genios locos que le ayuden a hacerla realidad"